Ángel Galeana/Chilpancingo
Foto: Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan
Entre globos color morado que representa la lucha feminista en el mundo, gritos que exigían justicia, la rabia de sus familiares y el desamparo de dos niños huérfanos,
fueron sepultadas en Copanatoyac las dos hermanas indígenas asesinadas la noche del martes por quien fuera el pareja y cuñado de las víctimas.
Kenia de 32 y Avelina de 34 años fueron asesinadas a balazos la noche del martes en su casa, frente a dos niños hijos de Avelina. Fernando Reyes Olivo, quien era pareja de Kenia les disparó tras una discusión, según la versión oficial dada a conocer hasta el momento.
En el panteón de Quetzalapa, ubicado en plena región Montaña de Guerrero, sonó «la canción sin miedo», himno de las movilizaciones feministas que exigen alto a las agresiones contra mujeres. Sonó una vez más ante un hecho de violencia, para pedir justicia ante el doble feminicidio de dos hermanas asesinadas por discutir con un hombre bajo los efectos del alcohol, de quien Kenia, que era su pareja, se quería alejar.
La Fiscalía estatal informó que Kenia y Fernando tenían 4 años viviendo en concubinato. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, que ha dado acompañamiento a diversas comunidades de la región, informó que ella se quería alejar de una «cadena de violencia» y pidió a Fernando que se separara, «pero este respondió con balas, quitándole la vida a las dos hermanas».
A las 6 de la tarde de ayer las hermanas fueron sepultadas, frente a sus hijos que también fueron testigos del asesinato, acompañados de un pueblo que exigía justicia.
«Las mataron de la peor manera», «queremos justicia para las madres que mataron y los niños que quedaron huérfanos», fueron algunas de las exigencias en el panteón.
«Sólo querían una vida sin violencia…» ,puntualizó Tlachinollan en una publicación en la que informó sobre el entierro de las hermanas.
Del homicida no se sabe su paradero. Según versiones que trascendieron ayer por la tarde, Fernando Reyes es hijo del exalcade de Copanatoyac, Enterbio Reyes Bello, quien fue asesinado en 2011, y es uno de los guardaespaldas del actual alcalde Eleuterio Reyes Calleja.
La Fiscalía General del Estado no ha informado ningún aspecto sobre la investigación o el paradero del asesino.