Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.
La alcaldesa de Xalpatláhuac, Selene Sotelo Maldonado, denunció que ha recibido amenazas de muerte y no hay condiciones para brindar seguridad en el municipio por lo que pidió apoyo a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Selene Sotelo participó en el conversatorio “Mujeres gobernando municipios” organizado por el Capítulo 50+1 Guerrero que se llevó a cabo en el Instituto de Estudios Parlamentarios del Congreso del Estado en Chilpancingo, junto con las alcaldesas Glafira Meraza Prudente de Benito Juárez (San Jerónimo), Diana Carolina Costilla Villanueva de Juan R. Escudero (Tierra Colorada); Saraí Pineda Arce de Tlacoachistlahuaca, Acadeth Rocha Ramírez de Xochistlahuaca y Sara Salinas Bravo de Eduardo Neri (Zumpango del Río).
En el conversatorio, las presidentas municipales expusieron la violencia política, digital y física que han sufrido a lo largo de su trayectoria en razón de género; así como los obstáculos que enfrentaron para poder asumir y mantener su cargo.
Durante su intervención, Selene Sotelo –la primera mujer en gobernar en Xalpatláhuac– dijo que en el municipio imperan las violaciones a los derechos de las mujeres, como la venta de niñas, maltrato por parte de hombres y se obstaculizan sus aspiraciones políticas.
“Hoy yo sufro violencia en razón de género, llevo ya más de un año fuera del Palacio Municipal, fui sacada a balazos a golpes y no he podido entrar al Palacio Municipal (…) Esperamos que el Gobierno del Estado, que la gobernadora, que también es mujer igual que yo, vea este municipio y nos apoye”, expresó.
También pidió a las diputadas locales “que pongan los ojos en Xalpatláhuac”, donde las mujeres son violentadas en distintos contextos, hechos que “hasta el día de hoy solo queda en la impunidad porque así sigue el gobierno, nosotros no tenemos las condiciones para brindar seguridad (…) El gobierno está actuando pero es un actuar muy lento”.
Puntualizó que “hay amenazas de que pueden privarme de la vida”, así como su familia por lo que urgió a las autoridades a intervenir en el conflicto; “ser presidenta municipal ha sido un reto, ha sido un logro, sin embargo aquí estoy, voy a seguir trabajando por las mujeres, por mi municipio”.
En octubre del 2021, la Policía Comunitaria tomó el Ayuntamiento de Xalpatláhuac y agredió a Selene Sotelo; a pesar de que las instalaciones fueron recuperadas por autoridades estatales, la alcaldesa (quien cuenta con medidas cautelares) no ha vuelto a la cabecera municipal ante la falta de condiciones de seguridad.
Las asistentes del conversatorio aplaudieron la intervención de Selene Sotelo y corearon la consigna “no estás sola” para manifestarle su respaldo, mientras que Diana Carolina Costilla propuso que todas las presidentas municipales –sin importar su afiliación política– cierren filas y acompañen a su homóloga a Xalpatláhuac.
Diana Carolina Costilla dijo que también su caso fue complicado debido a que fue acusada de tener vínculos con la delincuencia organizada; además, al ser soltera y no tener hijos, fue objeto de críticas por romper los paradigmas sociales impuestos sobre las mujeres.
Por su parte, Saraí Pineda se enfrenta a los matrimonios forzados y venta de mujeres en Tlacoachistlahuaca donde las niñas son vendidas por hasta 400 mil pesos, un tema que calificó como complejo debido al arraigo de dicha práctica.
Manifestó que los matrimonios forzados deben analizarse “muy bien” antes de señalar a los hombres como delincuentes pues “es un modo de vida, lo poco o mucho que podamos contribuir va a tener incidencia en otras vidas”; resaltó que los comisarios se comprometieron a no participar en los pactos de intercambio, lo cual es un avance significativo pues “al no haber ese acto de legalidad” los casos han disminuido.
Finalmente, la presidenta de la organización, Guadalupe Gómez Maganda, exhortó al Congreso del Estado a homologar la ley para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia con los lineamientos federales; así como a legislar para que la violencia política en razón de género se tipifique en el Código Penal del Estado.